Y tengo una hora más / para este amor tan simple, / de ida y vuelta, y de alegría / que vino de las hojas secas / y fue hasta las raíces / con el agua.
Mi amigo Ángel Aguilar (Caudete, 1958) se empeña en ser circunstancial, escribir para la persona, para el momento, con la fecha de caducidad escrita junto con el poema. Pero no lo consigue: Mientras mama / cae sobre el bebé / una hoja seca, dice uno de los haikus. El poema Padre Musgo, el poema Rendirme al Mar, el poema Los Pájaros, el poema Supermercado. Si sigo así / quizá sea / porque un dios / con el que a veces me confundo / me manda ser / notario del gozo.
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