jueves, 9 de marzo de 2017

Participo en la huelga general de la Enseñanza


Si alguien se ha creído que la LOMCE está paralizada es que solo escucha lo que dicen los políticos en los medios de propaganda y no mira lo que ocurre a su alrededor. La Ley de Educación impuesta por el Partido Popular en 2013, aprovechando el rodillo de su mayoría absoluta, está plenamente vigente, salvo detalles como las reválidas de cuarto de la ESO. ¿Qué significa esto? Significa que las ratios (número de alumnos por clase) son mucho mayores de lo que conviene, que sigue sin haber apoyos para los alumnos con necesidades educativas especiales, que no hay una financiación clara de la Educación Pública (que es la única que puede ofrecer igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos). Significa que los profesores están sobrecargados de horas lectivas, que algunos se creen que son las únicas que trabajan. Una hora lectiva es una hora con los alumnos. Pero para aprovecharla hay que planificarla antes, lo que supone al menos otra hora de trabajo. Y después hay que valorarla, ver lo que ha funcionado y lo que hay que mejorar, evaluar el comportamiento de los alumnos, a veces corregir los trabajos. Un sistema que no contempla que por cada hora lectiva el profesor trabaja tres es un sistema que no quiere que los alumnos aprendan, sino que estén a buen recaudo durante unas horitas, para que no molesten a nadie más que a sus guardadores. Estas son algunas razones, ni mucho menos todas, por las que hoy he participado en la huelga.

Por cierto que en Castilla-La Mancha el fenómeno se agrava. Cospedal quiso que nuestra comunidad sirviera de ejemplo para toda España y nos aplicó los recortes con tanto rigor que a los interinos se les despide en junio para no pagarles el verano, con lo que dejan de percibir dinero pero también de sumar puntos para concurrir luego a las oposiciones en igualdad con los interinos de otras comunidades. Parecía que el socialista Page iba a revertir esta situación, pero lo que ha hecho ha sido ahondarla y empeorarla. Ha sido el primero que ha aplicado la LOMCE hasta sus últimas consecuencias, el que propone que los exámenes de septiembre se trasladen a la canícula de julio, el que ni siquiera se ha molestado en fijar un calendario razonable para que la educación pública vuelva poco a poco a su situación antigua, que ya era mejorable. Ni en Sanidad ni en Educación hemos mejorado un solo pasito. Cada vez estamos peor en esta Comunidad, a la cola de España en servicios públicos.

Análisis del colectivo Puente Madera

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Estos artículos se han publicado los domingos en la página 2 del diario La Tribuna de Albacete