domingo, 31 de diciembre de 2023

Polarización


FundéuRAE ha elegido "polarización" como palabra castellana del año 2023. Y me parece una elección muy certera porque la polarización es lo que más caracteriza ahora mismo la sociedad en que vivimos los españoles. Polarización como eufemismo de odio e intolerancia. O como causa. Y no hablo solo del odio al que es diferente porque viene de otro país o tiene otro color de piel u otra inclinación sexual, sino también odio al que opina diferente. Ya no tenemos opiniones, tenemos creencias. Y pensamos que son lo mismo. Pero el que tiene una opinión puede hablar con alguien que discrepa y acabar cada uno con la opinión que traía, ambos tan campantes. Al fin y al cabo, el objetivo de las opiniones no es tanto convencer como entenderse y definirse. En definitiva, crecer juntos. Para ello, escuchar es imprescindible. Escuchar. No solo oír. Empaparse de lo que dice el otro. La tolerancia es separar las personas de lo que opinan las personas. En cambio, las creencias no aceptan que haya personas discrepantes. Las creencias son excluyentes e imperiosas: o estás conmigo o estamos contra ti. Las creencias se alimentan de la manada. Los algoritmos de las redes sociales nos confinan en corralitos en los que solo están los nuestros: así adquirimos la equivocada convicción de que nuestra creencia es universal y por lo tanto absolutamente irrebatible. De paso las redes nos azuzan contra los discrepantes. Alzando la voz contra ellos ganamos puntos en la manada. Se distingue a los creyentes porque andan siempre embistiendo contra los que no son de su creencia. Desde Maquiavelo sabemos que para que nuestras tropas cierren filas no hay nada mejor que encontrar un enemigo apropiado. Aunque haya que inventárselo. Los insultos son una estrategia para esculpir enemigos. Los insultos cristalizan el odio. Nos hacemos tribu con palabras, odiamos con palabras. "Polarización" define de maravilla este estado de cosas que tiene terribles consecuencias para la convivencia porque donde nadie escucha es imposible ponerse de acuerdo. En Babel no sobraron idiomas, sino creencias.

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Estos artículos se han publicado los domingos en la página 2 del diario La Tribuna de Albacete