domingo, 28 de abril de 2024

¡Ay el tiempo!

 

Un aspecto de la reciente exposición antológica de Julián Jaén en el Museo Municipal

¡Ay el tiempo! Ya todo se comprende, escribió Gil de Biedma.

Llevaba razón, pero no literalmente. Digamos que, más que comprender, se acepta. Eloy Sánchez Rosillo dice que por dentro uno se ve siempre igual, en todas las edades. Hasta que se mira al espejo. Entonces se acepta, porque no le queda otra. Yo siempre le preguntaba a Paco Brines ¿cómo estás? y siempre me respondía: estoy mayor, pero no estoy decrépito. Me acordé cuando los reyes fueron a llevarle el Cervantes a su casa y estaba tan decrépito que no parecía ni él. “Algún día habrá de ser”, había escrito. Otro poeta, Ángel González, en su último verano, me dijo que se sentía como si se estuviera desligando de todo. Lo mirabas a los ojos y lo veías irse al fondo de sus gruesas gafas. Al final todo se comprende, pero solo lo ves en los espejos, que no son siempre de azogue. Yo me he mirado últimamente en las pinturas de Julián Jaén y de Antonio Beneyto, que han tenido exposiciones póstumas en Albacete. Con ambos había coincidido en las tertulias inaugurales de la revista Barcarola, en los primeros 80. Algunos éramos muy jóvenes. Acudíamos a la cafetería para codearnos con artistas verdaderos. Uno se acerca siempre al personaje antes que al talento. De Jaén no me interesaban sus cuadros de abstracción geométrica, la etapa en la que estaba. Ahora en el Museo Municipal he visto que cultivó hasta siete vertientes más y me han gustado casi todas, algunas mucho. A Beneyto lo visité en su estudio de la calle Codols en Barcelona. Era polifacético: escribía, pintaba, creaba objetos... De todo han expuesto muestras en la sala Nueva 3 (donde antes estuvo El nido del arte). Además (otro espejo) se ha presentado un libro sobre el Nuevo Mester de Juglaría, el grupo de folclore segoviano donde milita la albaceteña Llanos Monreal. Tras 25 discos grabados y ser número uno con Los comuneros, solo acuden a la presentación los que empezaron en su misma pandilla, que eran progres entonces. Al reencontrarse retoman sin darse cuenta la antigua gestualidad rebelde, como si el tiempo no los hubiera cambiado. ¡Ay el tiempo!

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Estos artículos se han publicado los domingos en la página 2 del diario La Tribuna de Albacete