Juan Amo a su aire

 

El Museo Municipal le dedica al pintor Juan Amo Vázquez (1933-2018) una exposición antológica que lo califica como «El pintor de la Mancha».

La sala está tan a mano que uno se cuela casi sin querer. Enseguida reclaman la atención los paisajes: sobre manchas predominantemente ocres o verdes, con algún rojo despistado, el aire expandiéndose. Juan Amo parece que pintaba los paisajes desde el avión, dice Godofredo Giménez. No exagera: más que los campos, destaca en ellos la respiración del espacio. Con buen criterio, su hijo Juan Amo Saus les ha consagrado la planta de abajo, reservando la de arriba para otros géneros. Y ha sabido alternarlos para que hablen con voces diferentes sin que se pierda la personalidad del pintor ni por supuesto su firma, bien camuflada en la esquina inferior derecha. Aunque la muestra lo califique como pintor de la Mancha, hay un cuadro gris del Nervión y algún otro de la zona de Cantabria. Y luego hay escalones de agua y varios campos nevados que Juan Amo salvaba en sus cuadros como si esa nieve pintada pudiera sernos útil en los veranos tórridos. Aunque los suelos fueran del Norte o de donde fueran, los espacios que se expanden sobre ellos siguen siendo manchegos, porque Amo los respiraba a su manera albaceteña. En el piso de arriba de la muestra están sus libros de texto (con los que estudiamos la asignatura de Dibujo varias generaciones de bachilleres), retratos de sus hijos y sus colegas y algunos bodegones. También un vídeo donde los amigos hablan de Juan Amo. El primero Antonio López, que estudió con él en la Escuela de Bellas Artes. Luego otros que compartieron buenos ratos en las tertulias de la rebotica de Alfonso Quijada, la verdadera universidad de los pintores de Albacete junto con el taller de Lozano. Me llama la atención una foto en la que Juan Amo posa ante el Museo Municipal para una exposición panorámica que le organizaron en vida. Entonces el anuncio de la muestra ocupaba la mitad de la fachada. Ahora se reduce a una pancarta en el balcón. Da lo mismo, el pintor no ha dejado ni dejará de expandirse sobre sus paisajes.