En la Edad Media les gustaba tener conventos cerca porque creían que los rezos atraían bonanza.
Tal vez fuera una creencia infundada. Una más. Sin embargo, en 1991, la facultad de Física de la Complutense de Madrid realizó un experimento en Albacete sustituyendo los rezos por meditación colectiva y, será casualidad, pero, entre otras alegrías, el Albacete Balompié subió a Primera. Del mismo modo, estoy convencido de que juntar a treinta poetas de todas las Españas también nos traerá beneficios, aunque cueste determinar cuáles. Acudieron a mediados de julio. Los convocaron Andrés García Cerdán y Almudena Sánchez con el extraño conjuro de Oh Poetry!. Para empezar, pusieron en suspensión emociones gratuitas, tan diferentes a las de la campaña electoral, tan agitadora de miedos, odios y tedios. La poesía solo pretende emocionar, sin pedir nada a cambio, como no sea una cierta incandescencia del poeta, un chisporroteo pasajero de su ego. Al ser muchos y tener que repartirse el protagonismo, la camaradería aplacó la egolatría. A los poetas, incluso a los más renombrados, los invitas tomar unas cañas con otros poetas y terminan diluyéndose en el colectivo como monjes medievales. Los participantes en el Oh Poetry 2023 acabaron posando para una foto colectiva e incluso saltando en corro como los deportistas de equipo cuando acaban de ganar un campeonato. En el aire habían espolvoreado sus palabras mágicas. Ya dijo Borges que la poesía es una magia menor. Y la caldera de julio, encabritada por el calentamiento climático, se encargó de hacer rebotar sus versos en las fachadas y en los árboles sedientos, pero también los deslizó en los oídos de los concurrentes, que no fueron pocos, y que acudían ávidos de oraciones paganas. El rito de los versos adoptó tantas formas y tantas voces como un cuadro de El Bosco. A 40 grados a la sombra, parecían sobre todo la tabla del infierno. El anfiteatro de la Catedral, el Parque, la biblioteca del Sol y el Altozano ascendieron a la primera división de la lírica venciendo por goleada al achicharrante bochorno de la campaña electoral.
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