La entrega de trofeos del mundial femenino de fútbol suscita ciertas reflexiones sobre eso que llamamos salir en la foto.
Desde luego, hay profesionales obligados a posar. Por ejemplo, los políticos. En su faceta de representantes de los ciudadanos, conviene que los ciudadanos los vean representándoles en situaciones relevantes. Un mundial de fútbol ganado por España es una situación muy relevante con millones de personas mirando. El equipo ganador tenía que ser protagonista absoluto. Nadie debía interponerse entre ellas y el objetivo de la cámara. Y así posaron. No todos a la misma altura. Los técnicos dieron un pasito atrás para que las jugadoras sobresalieran como era de rigor. La plataforma de entrega de galardones amenazaba con venirse abajo por exceso de personal. A los jerarcas del fútbol les correspondía. A los españoles se les permitió, por deferencia a sus representados, que somos nosotros. Por eso estaba el presidente de la RFEF, Luis Rubiales. El representante tiene la obligación de estar. También la de representarnos bien: no exponerse más que las protagonistas ni comportarse de un modo que avergüence a los representados. Lo habitual es que las autoridades den un pasito atrás y se las vea aplaudiendo envaradas y con sonrisa de cóctel. Ya sabemos que no fue el caso de Rubiales, que no parecía representar a nadie más que a sí mismo en su personaje de clown machirulo. El beso del sapo se tragó todo lo demás. La reina Letizia, que había presenciado el partido desde un hieratismo de los que dejan agujetas a los no entrenados, entró luego en la fiesta con la misma desinhibición que si hubiera marcado gol ella misma. «Romper el protocolo» lo llaman en la Casa Real. En cuanto a Miquel Iceta, el Ministro de Cultura y Deportes, le tocó acuclillarse en una orilla de la foto. Bajito, regordete y trajeado, lo tenía difícil. Se le ve aplaudiendo. Era el único que aplaudía, de forma desacompasada, sin que pareciera haber motivo. Gracias a eso nos fijamos en él y sabemos que estaba en la foto representándonos. Eso es un profesional.
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