La Feria va a empezar y nos falta el que más sabe sobre historia de navajas, tijeras y cuchillos.
El 24 de agosto se nos ha muerto Pepe Sánchez Ferrer. Aunque nació en Valencia en 1942, impartió su magisterio en Albacete y sabía más que nadie de cuchillería porque para eso se aplicó con entusiasmo y perseverancia. Gracias a él sabemos que esta artesanía se desarrolló a la vez en los núcleos de Chinchilla y de Albacete entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, en una época en que no podían faltar tijeras en los despachos porque los libros venían casi siempre intonsos y había que separarles las páginas con cuidado para poder leerlos. Cada vez que descubría algún ejemplar originario de mi pueblo, me avisaba o me hacía llegar la fotografía con un detallado informe. Supongo que lo entrevisté antes, pero hicimos amistad como profesores del instituto. Conversamos mucho durante las guardias en Educación a Distancia, en la parte alta del edificio Bachiller Sabuco, muy cerca del palomar. Poco antes de jubilarse, me regaló una joya que me acompaña desde entonces: me explicó el significado de la palabra hierofanía. Se le llama así al momento en que lo sagrado abre sus puertas (o sus nubes) a lo humano y ambos transcurren a la vez, casi siempre por breves instantes. Pepe podía hablar de lugares hierofánicos con pleno conocimiento porque había investigado devociones populares como el Cristo del Sahúco o la Virgen de Cortes, incluso la Virgen de los Llanos (en este caso con Vicente Carrión). Aunque tenía sus creencias, actuaba con esmero científico, concentrándose en la parte etnográfica del asunto. Del mismo modo, había profundizado en las artesanías chinchillanas de las alfombras y de la cerámica árabe. En alfombras era un experto porque dedicó su tesis a las de Alcaraz. Y aún recuerdo el dolor con el que se lamentaba cuando eliminaron el último horno árabe de Chinchilla. Hace tiempo que no sabía de él, y reencontrarlo en la noticia de su muerte me ha impresionado. Releo pasajes de sus libros y me daré una vuelta por el pabellón de la cuchillería acordándome de él.
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