domingo, 17 de septiembre de 2023

La torre del agua

 

Por fin he visto la redondez de la tierra desde la torre del agua.

Debo de ser uno de los últimos albaceteños que se ha asomado al mirador de la Fiesta del Árbol. Dice Google que, en su actual disposición, lleva abierto desde junio de 2021. Yo me animé la otra noche, después de haber declinado dos ocasiones anteriores. Subimos favorecidos por El Pisto de La Tribuna. Con buen criterio, los responsables de nuestro periódico han decidido que el mejor lugar para convidar en Feria a colaboradores, autoridades y afines es la sombra del edificio que planeó el ingeniero José Luis Escario. Lo diseñó antes de la guerra, pero no se terminó de construir hasta 1947. Aquello de que reventaron las tuberías es una leyenda urbana. No funcionó nunca porque nunca se construyó la red de distribución que completaba el proyecto. Me entero también de que, al año de inaugurarse el mirador, Christian López consiguió el Guinness de subir escaleras verticales en una hora. Nosotros apuramos las quince plantas en un suspiro, apretados en el ascensor, y así nos evitamos los trescientos y pico largo de peldaños. Una vez arriba, a 70,27 metros por encima de El Pisto, soplaba polar el aire acondicionado, como si a esa altura hubiera conexión directa con el Ártico. Los cristales cóncavos nos ofrecían una panorámica abrumadora de 360 grados. Mientras mis colegas se fotografiaban, yo sentí vértigo, no tanto por la altura, sino por la falta de referentes. No sabía a qué lado quedaba Chinchilla, que para mí es el norte. Al ser un habitáculo circular, faltaban esquinas. Me acerqué a una de las pantallas y pulsé la tecla “lejano”, pensando que me ayudaría a aclararme. La pantalla se puso en marcha, recorrió buena parte del planeta y me indicó que Pekín se encontraba a más de diecisiete mil kilómetros. Pulsé otro botón que me orientó hacia la iglesia de Fátima. Finalmente decidí recrearme con la constelación de luces que es Albacete, observada desde el edificio más alto de nuestra comunidad autónoma. Creí verme a mí mismo mirando hacia la torre en todas mis edades y sabiendo siempre dónde estaba.

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Estos artículos se han publicado los domingos en la página 2 del diario La Tribuna de Albacete