A lo mejor en la Feria que viene

 

Las Ferias se van acumulando en la memoria y también cosas típicas de Feria que uno no ha hecho nunca y ya va llevando camino de no hacer.

Como emborracharse, por ejemplo. Al menos no recuerdo haberlo hecho, tal vez porque en las borracheras uno termina olvidándose hasta de que se emborrachó. Pero creo que no. En cambio, subí a la noria, a pesar de mis vértigos de altura. Cuando estaba en lo más alto, con los ojos cerrados, meciéndome en el habitáculo allí detenido para que siguieran subiendo otros usuarios, me prometí que nunca me pillarían en otra. Y lo he cumplido. La noria sigue siendo el símbolo luminoso que desde la distancia indica que estamos en Feria, pero para mí es un símbolo inhabitable. Tampoco me he vestido nunca de manchego, aunque ronda en los cajones alguna foto en la que me veo a mí mismo con el traje negro y la faja, subido a un escenario y presentando algún acto perdido en la noche de los tiempos. Hay sueños tan intensos que dejan foto. Debe ser el caso. He ido renunciando a los chorimorcis y los miguelitos por consejo de mi Pepito Grillo interior, aunque a esas cosas, como a las sidras y los cubatas o mojitos, no sabe uno si sabrá resistirse cuando el grupete de amigos te toque la moral. Salí en la cabalgata, claro, en una cabalgata lejana, haciendo de payaso. Desde entonces solo he intentado sortearlas cuando tenía que cruzar a la otra parte de Albacete. He trasnochado muchas veces en Feria, pero no recuerdo haber amanecido en Feria y es otra de las asignaturas pendientes que me pillan ya mayor. Los asuntos religiosos los he eludido por convicción personal desde que la convicción se instaló. En todo caso, alguna vez acompañaría a mi madre a las ofrendas y los rezos. Si lo hice, he sabido olvidarlo. También me faltaba haber estado ausente de Albacete casi toda la Feria. Esa asignatura la he aprobado con creces este año, que otras obligaciones me han mantenido en la distancia, sumido en una curiosa nostalgia, la nostalgia de estarme perdiendo esos encuentros inesperados con colegas a los que solo veo de Feria en Feria.