Hace 20 años que tengo 20 años. En realidad, hace 40, pero me agarro al disco de Serrat (Fa vint anys que tinc vint anys). Resuena en mis oídos mientras visito la exposición de fotografías con la que este diario conmemora su nacimiento, el 20 de diciembre de 1984. Albacete despegaba. Y no solo por este alumbramiento (ya existía La Verdad desde 1978), sino porque ese año se desperezaron instituciones como Cultural Albacete, que nos puso en el mapa. En la exposición del Museo Municipal, la primera portada de La Tribuna adopta la curvatura de la columna a la que está adherida, como incitando al visitante a que le quite la goma y la desenrolle. Costaba 45 pesetas. Traía esperanzas y buenos deseos, encabezados por el entonces presidente Felipe González. También un largo reportaje sobre el Polígono Campollano y el anuncio a toda pompa del fichaje (como colaborador) del irredento periodista deportivo José María García. Además, como guinda sensacionalista, completaba la portada el suicidio en Madrid de la hija de un conocido empresario. Una noticia ésta que no cabría en ninguno de los periódicos de hoy, incluida la propia Tribuna. Claro que las demás tampoco, porque no eran noticias sino arrebatos de autopromoción. A la tópica pregunta de dónde estaba usted ese día, yo tendría que contestar que cubriendo la noticia desde la redacción de otro medio. Podría haber sido éste, pero Demetrio Gutiérrez Alarcón llegó tarde cuando intentó ficharme en una desapacible mañana de otoño, de pie ambos ante el Paseo de la Libertad. Y, no obstante, aquí estoy, aportando mi granito de arena 40 años después. En una de las fotos históricas veo a Demetrio conversando, o fingiendo conversar, con los otros fundadores. A su alrededor se acumulan fotos de tragedias, de alternativas de toreros y de protagonistas que ya no están, o que han cambiado tanto que parecen otros. Aún tengo fuerzas, canta Serrat, aún quiero alzar la voz, y no tengo el alma muerta y me siento hervir la sangre. Pero eso era hace 40 años. Ahora Serrat se ha retirado y no hay sangre que aguante tanto tiempo hirviendo.
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