sábado, 14 de junio de 2025

Usos de la palabra "política"

 

Disfruto con las columnas de Juan Ángel Fernández en la SER.

En la última, nos hablaba de la exposición de Ramón Masats en La Asunción. El fotógrafo Masats retrató una época de esto que llamamos España y Juan Ángel la describe con pasión minuciosa. Alguien compartió este podcast en un foro de arte y los gestores lo borraron porque lo consideran “político”. ¡Cómo malversamos las palabras! En el diccionario de la Academia, “política” tiene hasta 12 acepciones, la mayoría relacionadas con la cortesía y las buenas formas. Pero los que la esgrimen como tabú se fijan más en la acepción 7: “arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados”. Sorprendentemente el Estado que retrata Masats ocurrió en el siglo XX, y ya es agua pasada. Ya no se puede mover, aunque sí ocultar, disfrazar o falsear. Suele confundirse esta acepción de la palabra “política” con la número 8: “actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”. Con ánimo simplificador, podríamos resumir su significado como “lucha por el poder”. Según Montesquieu, padre de la democracia, no hay un solo poder, sino tres: legislativo, ejecutivo y judicial. Cuando más separados estén, más saludable es la democracia. En España, viven revueltos, ellos tres y la prensa, considerada el cuarto poder. Nuestra democracia es representativa: los políticos están ahí porque los votamos para que nos representen. Esta también es una actividad política. El diccionario de la RAE lo recoge en su acepción 9: “política”, dice, es la “actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, voto o de cualquier otro modo”. Por supuesto el ciudadano puede desistir de intervenir. Pero la inacción sigue siendo un comportamiento político: deja el poder en manos de los que actúan. Los políticos que acusan, chillan y saturan lo que quieren provocar es que nos hartemos y les dejemos hacer. Los que dicen que no se hable de política, lo mismo. Pero ni callándonos dejamos de hacer política. Es mejor, por lo tanto, no callarse y defender, con educación, no como ellos, lo que consideramos justo.

 

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Estos artículos se han publicado los domingos en la página 2 del diario La Tribuna de Albacete